Anoche, con gran emoción y rodeados de familia y amigos, SonLetras presentamos nuestra Antología Poética en la Sala de la Palabra del teatro Liceo de Salamanca. Estas fueron las palabras con las que abrí la presentación luego que Pilar Fernández Labrador, con muchísimo cariño, nos diera la bienvenida y la enhorabuena.
Quiero agradecer
la presencia de todos ustedes que estáis aquí hoy para acompañarnos en la
presentación en sociedad de un libro de poesía. Este hecho ya es en sí motivo
de alegría en una época en la que parece que escribir poesía es cosa de gente
rara. La poesía no es algo extraño: está acechando a la vuelta de la esquina. Puede
surgir ante nosotros en cualquier momento. Este grupo de escritores que hoy nos
encontramos aquí buscamos la poesía; buscamos la vida. Y la vida está, estoy
segura, hecha de poesía. Y que los que escribimos poesía somos un poco raros,
quizás sea un poco cierto.
Un escritor es
algo extraño, decía Marguerite Duras. Es una contradicción y también un
sinsentido. Escribir también es no hablar. Es callarse. Es aullar sin ruido. Un
escritor es algo que descansa, con frecuencia, escucha mucho. No habla mucho
porque es imposible hablar a alguien de un libro que se ha escrito. Es lo más
difícil. Porque un libro es lo desconocido. El libro avanza, crece, avanza
hacia su propio destino y el de su autor, anonadado por su publicación: su
separación, la separación del libro, como el último hijo, siempre al más
amado.”
Y entonces llega el lector adecuado, y la
poesía que ocultan las palabras surgen a la vida, y asistimos a una
resurrección del mundo.
Y como para mí en
lo particular es muy difícil hablar de nuestro libro, le doy paso a nuestro
compañero, amigo y prologuista, Luis Gutiérrez.