Diego Manrique Sabogal escribió una reseña muy interesante sobre la poeta en ocasión de la publicación de sus diarios.
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/03/21/actualidad/1363892269_536778.html
Árbol de Diana
1
He dado el salto de mía al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.
2
Éstas son las versiones que nos propone:
Un agujero, una pared que tiembla…
Un agujero, una pared que tiembla…
3
Sólo la sed
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra.
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra.
Tomado de «Árbol de Diana», en Obras completas. Poesía y Prosas, introducción de Silvia Baron Supervielle, Buenos Aires, Ediciones Corregidor, 1990, pp. 201-202.
La muerte y la niña
Debajo de un árbol, frente a la casa, veíase una mesa y sentados a ella, la muerte y la niña tomaban el té. Una muñeca estaba sentada entre ellas, indeciblemente hermosa, y la muerte y la niña la miraban más que al crepúsculo, a la vez que hablaban por encima de ella.
—Toma un poco de vino —dijo la muerte.
La niña dirigió una mirada a su alrededor, sin ver, sobre la mesa, otra cosa que té.
—No veo que haya vino —dijo.
—Es que no hay —contestó la muerte.
—¿Y por qué me dijo usted que había? —dijo.
—Nunca dije que hubiera sino que tomes —dijo la muerte.
—Pues entonces ha cometido usted una incorrección al ofrecérmelo —respondió la niña muy enojada.
—Soy huérfana. Nadie se ocupó de darme una educación esmerada —se disculpó la muerte.
Tomado de «Devoción», en Prosa completa, edición a cargo de Ana Becciú, prólogo de Ana Nuño, Barcelona, Editorial Lumen, 2002, p. 31.
No hay comentarios:
Publicar un comentario