En la fecha del
nacimiento de Borges se celebra el Día del Lector. El 24 de agosto de 1899
nacía en Buenos Aires, Argentina, Jorge Luis Borges. En homenaje al más célebre
de los escritores argentinos del siglo XX y tomando esa fecha como referencia,
se conmemora el Día del Lector.
“Es posible que
Borges no haya sido el escritor más importante del siglo xx. Hay candidatos más
fuertes, como Joyce, Kafka o Proust, por mencionar apenas a las tres personas
de la Trinidad. Sin embargo, pocos se atreverían a discutir que Borges fue el
lector más intenso e interesante del siglo xx. Ahora, ¿qué queremos decir
cuando decimos ‘un gran lector’?” Carlos
Gamerro, https://www.eternacadencia.com.ar/blog/ficcion/item/borges-lector.html
Las siguientes
son algunas palabras de Jorge Luis Borges sobre la lectura
“Creo que la frase lectura
obligatoria es un contrasentido, la lectura no debe ser obligatoria. ¿Debemos
hablar de placer obligatorio? ¿Por qué? El placer no es obligatorio, el placer
es algo buscado. ¿Felicidad obligatoria? La felicidad también la buscamos.
Yo he sido profesor de literatura inglesa
durante veinte años en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de
Buenos Aires y siempre les aconsejé a mis estudiantes: si un libro los aburre,
déjenlo, no lo lean porque es famoso, no lean un libro porque es moderno, no
lean un libro porque es antiguo. Si un libro es tedioso para ustedes, déjenlo…
ese libro no ha sido escrito para ustedes. La lectura debe ser una forma de la
felicidad.
No hay que caer en la tristeza de las
bibliografías, de las citas de Fulano y luego un paréntesis, luego dos fechas
separadas por un guión, y luego una lista de libros críticos que han escrito
sobre ese autor. Todo eso es una desdicha. Yo nunca les di una bibliografía a
mis alumnos. Les dije que no lean nada de lo que se ha escrito sobre Fulano de
Tal (...)
Si Shakespeare les interesa, está bien. Si les
resulta tedioso, déjenlo. Shakespeare no ha escrito aún para ustedes. Llegará
un día que Shakespeare será digno de ustedes y ustedes serán dignos de
Shakespeare, pero mientras tanto no hay que apresurar las cosas.
Yo he tomado examen durante veinte años en la
Facultad de Filosofía y Letras y tengo un orgullo, uno de los pocos de mi vida:
no hice jamás una pregunta. Yo solía decirle a mis estudiantes: háblenos, por
ejemplo, del doctor Samuel Johnson, háblenos de la poesía anglosajona, háblenos
de Shakespeare, háblenos de Oscar Wilde, háblenos de Shaw, y hablen. Ustedes
digan lo que piensan, yo prometo no interrumpirlos, prometo no preguntarles ni
una sola fecha, pues yo mismo no las sé… De modo que ustedes hablen si es que
les interesa el tema. Y dieron excelentes exámenes así. Yo veo profesores muy
torpes que hacen preguntas porque no saben tomar examen. Yo creo saber tomar
examen, porque dejo que el estudiante hable sin molestarlo con preguntas”.
UN LECTOR
Que otros se jacten de las páginas que han escrito;
a mí me enorgullecen las que he leído.
No habré sido un filólogo,
no habré inquirido las declinaciones, los modos,
la laboriosa mutación de las letras,
la de que se endurece en te,
la equivalencia de la ge y de la ka,
pero a lo largo de mis años he profesado
la pasión del lenguaje.
Mis noches están llenas de Virgilio;
haber sabido y haber olvidado el latín
es una posesión, porque el olvido
es una de las formas de la memoria,
su vago sótano
la otra cara secreta de la moneda. .
Cuando en mis ojos se borraron
las vanas apariencias queridas,
los rostros y la página,
me dí al estudio del lenguaje de hierro
que usaron mis mayores para cantar
espadas y soledades,
y ahora, a través de siete siglos,
desde la Ultima Thule,
tu voz me llega, Snorri Sturluson.
El joven, ante el libro, se impone una disciplina precisa
y lo hace en pos de un conocimiento preciso;
a mis años, toda empresa es una aventura
que linda con la noche.
No acabaré de descifrar las antiguas lenguas del Norte,
no hundiré las manos ansiosas en el oro de Sigurd;
la tarea que emprendo es ilimitada
y ha de acompañarme hasta el fin,
no menos misteriosa que el universo
y que yo, el aprendiz.
Jorge
Luis Borges
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