Cuando salimos del convento dispuestos a encarar la cuesta de San Juan, estaban mis amigos Paquita Esteban del Rey, Benito González García y Carlos Blanco Sánchez esperándome para compartir el resto de la jornada. Estaba también otro amigo, Armando Manrique Cerrato, también ganador del Concurso, con su familia.
Jesús nos advirtió sobre la cuestita de marras, y no estaba equivocado. En Segovia parece que todas las cuestas suben, ¡¡ninguna baja!!!
Para reponer fuerzas y que la vena poética no acabara, todos los poetas y algunos acompañantes, mas los miembros del jurado y la organización nos reunimos en Casa Vicente donde dimos cuenta de deliciosas vituallas y libamos buen vino en mejor compañía.
Por supuesto, estando en Segovia hay que hace los honores al cochinillo y es tradición trozarlo con un plato, de tan tierno que es.
Luego de comer, foto de familia en la Plaza Mayor junto a la estatua de Antonio Machado. Y por supuesto luego fotos varias con amigos.
Aquí el Charro Power en pleno
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