martes, diciembre 18, 2012

Villa de Urueña




En el centro del espacio de infinitos amarillos,
en el centro mismo de la meseta castellana,
hay una villa mágica, medieval, amurallada,
que tiene un cuento en cada esquina,                                       
una sirenita contemplando la luna
al pie de la muralla, 
un poema pintado en el cielo
sobre los tejados silenciosos.

A esa villa de Urueña
nos llevó el sendero de la palabra
a soñar con versos perfectos,
nuestro espíritu entregado
a la lumbre amorosa,
al olor del tomillo,                                                                                    
al enjambre de estrellas,
al duende del vino.

En este lugar el espacio y el tiempo
se funden en las letras
que arden y se encienden,
nos inundan y poseen,
nos hacen la ofrenda maravillosa
del verbo.





4 comentarios:

  1. Bellisimo poema querida Annie, ademas lo compartí con vosotr@s y fue un día único. un besote

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  2. Y así, sin más, lanzando versos al viento, descubriendo letras, cuentos e historias en cada esquina, en cada calle, en cada piedra...
    Un mágico día compartiendo amistad, ilusión, fantasía... y todo tan cerca. ¡Para no olvidar!
    Hermoso poema, Annie.

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  3. Una villa sin duda hermosa que lo es aún más en tus palabras.
    Querida Annie: Para ti, Luis y toda tu familia te deseo un feliz año 2013 lleno de poesía, amistad y buenos momentos. Un beso

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  4. Gracias, chicos, viniendo de vosotros es todo un piropazo lo que decís. Besos y buen comienzo de año.

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