A continuación, el poema de Vicente que leí yo.
SI NO VENCIERAS NUNCA
Si no has vencido, abandonado,
como vence esa luz que arrasa todo
al anunciarse.
Tú, ángel ciego,
lejos del Paraíso ahora,
si no vencieras nunca,
ven a esta orilla de mis dedos,
a su latido, al ensalmo
de todas las raíces, ven
a su obstinada persistencia
de silencio y podredumbre,
al humus creador casi invisible.
Vicente Rodríguez
Manchado
Fcbk, jueves, 21 de
mayo de 2015
Este es mi poema que leyó Vicente
Selva
Al filo de la noche
La selva espera agazapada,
Húmeda, caliente,
Suntuosa, olorosa
De jaguares en celo;
Sensual, terrible
Diosa del delirio.
Vuelca el torrente espumoso
Un trueno líquido
entre tus piernas,
el dios del agua grande,
anaconda sinuosa,
en tí madre, mujer,
tierra roja.
Esmeralda indómita,
Senos duros de amatista,
Profundos ojos de topacio,
Se estremece entre espasmos
De vapor.
Déjame hollar el límite
De tu profundidad primigenia,
Yacer en tu lecho de musgo
Sobre un fondo de cigarras,
Desaparecer de a poco
Y perderme al alba.
Este es el poema de Vicente que leímos a dos voces
SOMBRA
Mi sombra y yo hemos recorrido
todos
los minutos de la tristeza,
todos los susurros
de un cabello asfixiado.
Supimos la amargura,
la
vanidad de las palabras
o de los cuerpos que quisieran
significarse, vestirse con lo ajeno.
Y amábamos las rosas con orgullo, entonces.
Mi sombra y yo, si despertamos juntos,
nos despedimos ya
desde el primer instante, como
ese amor luminoso
que
habita confiado
en el azar de todas las arcillas.
Vicente Rodríguez
Manchado
Fcbk, martes,
19/05/2015
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