El atardecer inquieto
acarició su cintura.
El mar era un abrazo
de olas
en los pies.
Pero ya no era ella,
era solo materia
yerta,
sin luz
©Annie Altamirano
en los ojos
desterrados.
Escribir es un modo de soñar, y uno tiene que tratar de soñar sinceramente. Jorge Luis Borges
Deambulo sin órbita en el esquivo renglón de la extrañeza. El lápiz y yo hablamos de eso: de la palabra escondida, de los signos q...
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