Escribir es un modo de soñar, y uno tiene que tratar de soñar sinceramente. Jorge Luis Borges
jueves, abril 23, 2020
miércoles, abril 15, 2020
sábado, marzo 21, 2020
Pablo García Malmierca

El mejor mundo tras
la guerra
Un mar de vidrios
rotos
devuelve
una mano,
una mirada,
un corazón.
La nieve
artificial evoca
el crujir de tus
pies en el asfalto,
la vida entera
cabe en un celemín.
Los gestos,
la quita del
silencio,
la pérdida,
el paso
deshilachado sobre el solsticio de verano.
Un desierto de
incredulidad
asoma en la sima
de tus ojos,
los grajos y el
tomillo te acompañan.
El agua resbala
en la concavidad de tu tacto,
ausencias,
el mundo nombrado
en las grietas de tu piel.
El tacto
El tacto pastoso
del petróleo
pegado
al dolor de mi
garganta.
En la viscosidad
de tus dedos
el recuerdo.
Tantos pasos
perdidos
al son de tu
salmo favorito,
tanta desidia
acumulada
en el fondo de tu
hipotálamo.
El reencuentro
en la salinidad
de tus pupilas
dilatadas.
Duele pensarte
entre penumbras,
duele saberte en
el ayer.
La reconciliación
flota
sobre los
hematomas de nuestras pérdidas.
Harto de llevar
la herida sobre
mi hombro,
harto de rogar
lágrimas de aire,
harto de vivir
entre humedades
resecas.
Duele
el paso
aterciopelado de los segundos.
Si quieres saber
mas sobre este poeta https://pagmalmierca.wordpress.com/
Boris Rozas

II.
Si mi corazón
fuera ese Ferry reconvertido en atracción
para turistas
pobres
y tu mano ese
cabal embarcadero tan lejano
como el humo,
no cabrían más
tormentas en este puño
cerrado
enérgicamente entre dos aguas
lamidos nuestros
rastros
por el seno del
río,
juntos tu rostro
y el mío
acaparando
miradas tan furtivas
como el viento de
los mirlos.
Bank
Fraccionada la
luz
a las puertas del
corazón sincopado,
en estado de
sitio el verso,
sobre mi espalda
un luminoso que
quema,
bendito ragtime
en esta noche de
otoño,
junto al neón
ominoso
del Bank of
América.
primera eternidad
Está por llegar
mi primera eternidad completa.
Lo intuyo
entre tanto
esplendor cíclope
y afectado.
Entre tanto, me
voy encontrando
sobre aquellos
pasos
de la mano de mi
mujer, hermosa y cálida,
aterrizando
en el infinito de
Times Square.
Está por llegar
mi primera
eternidad completa.
Lo intuyo entre
tanta máxima
común
sin frontera
alguna.
Si quieres saber mas sobre este poeta https://www.todoliteratura.es/noticia/11302/entrevistas/entrevista-a-boris-rozas-autor-de-la-senda-de-las-espigas.html
Olga Orozco

Para este día
Reconozco esta
hora.
Es esa que solía
llegar enmascarada entre los pliegues de otras horas;
la que de pronto
comenzaba a surgir como un oscuro arcángel detrás de la neblina
haciendo
retroceder mis bosques encantados,
mis rituales de
amor, mi fiesta en la indolencia,
con sólo trazar
un signo en el silencio,
con sólo cortar
el aire con su mano.
Esa, la de mirada
como un vuelo de cuervo y pasos fantasmales,
que venía de
lejos con su manto de viaje y las mejillas escarchadas,
y se iba bajando
la cabeza, de nuevo hasta tan lejos
que yo buscaba en
vano la huella del carruaje en el pasado.
Hora
desencarnada,
color de amnesia
como dibujada en el vacío del azogue,
igual que una
traslúcida figura enviada desde un retablo del olvido.
¿Y era su propio
heraldo,
el fondo que se
asoma hasta la superficie de la copa,
la anunciación de
dar a luz las sombras?
No supe descifrar
su profecía,
ese susurro de
aguas estancadas que destilan a veces los crepúsculos,
ni logré
comprender el torbellino de plumas grises con que me aspiraba
desde un claro de
ayer hasta un vago anfiteatro iluminado por lluvias y por lunas,
allá, entre los
ventisqueros del irreconocible porvenir;
aquí, donde ahora
se instala, maciza como el demonio del advenimiento,
en su sitial de
honor en medio de la asamblea de otras horas, pálidas, transparentes,
y me dice que mis
bosques son luces extinguidas y aves embalsamadas,
que mi amor era
erróneo, como un espejo que se contempla en otro espejo,
que mi fiesta es
un cielo replegado en el sudario de mis muertos.
Y se queda esta
vez, sin bajar la cabeza.
Si quieres saber mas sobre esta poeta http://paginadepoesia.com.ar/clas_ar_orozco.html
María Ángeles Pérez López

Islotes
Hasta el poema
llegan, como islotes
de óxido y de
plancton celular,
los restos
silenciosos del naufragio
en que quedan los
barcos y los hombres
tras el amor
intenso, el oleaje
que levanta su
proa y la sumerge
al fondo de la
mar y sus caballos.
Las caracolas
guardan su rumor,
la lentitud
sombría en que los peces
desnudos se
acomodan a morir
y vuelven cristalina
su belleza
de fósil, su
armadura transparente,
su vertical caída
hasta el silencio
en que el fondo
del mar guarda la espuma
que levantó el
deseo y las mareas.
En su abisal
distancia deslenguada,
amor y mar
comparten varias letras
y la raíz mojada
por la sal
empapa cada signo
tras su empeño
por la coloración
y el frenesí.
La boca
humedecida, la entretela
del cuerpo y sus
humores ablandados,
las veintisiete
letras rezumadas
por la líquida
masa del amor
después se
vuelven piedra quebradiza,
astilla y fósil
blanco en su rescoldo,
su agalla
enrojecida en el vivir.
Si quieres saber mas sobre esta poeta https://www.escritores.org/biografias/18683-perez-lopez-maria-angeles
Mercedes Roffé

XV
El poema es el
rostro en el espejo
más verdadero que
el rostro y que el espejo.
El poema es el
flujo de la sangre
más allá del
cuerpo,
el ritmo de la
sangre más allá de la sangre
—sus cauces
rigurosos, su latido sordo y unitario.
El poema es el ritmo
de lo otro en mí
más allá de mí,
siempre, más allá,
donde mi silencio
se topa con tu ritmo
y repercute en
mí, que solfeo en el poema
un ritmo
numinoso,
cifra que hace
eco en el eco
que es cuerpo
verdadero
—lo numinoso en
ti y en mí—
el ciclo de las
esferas tocándose y abandonándose
—alejándose, sí,
una de la otra,
pero desasiéndose
de sí también
cada cual
en su dorada,
fecunda negligencia.
En su ritmo me
despliego.
En su metrónomo
caprichoso y
fugaz
despliega el
universo sus fantasmagorías
—su verdad.
No hay traducción posible.
—o sí la hay:
de lo uno a sí
mismo,
de lo uno a
aquello que tantea y vence
de lo que sabe de
sí
—su pobre
imperio.
El poema, digo,
digo la música,
digo el movimiento
de la danza en el
cuerpo, el de la piedra esculpida…
Y la música en el
trazo y en la piedra, digo,
y el movimiento
sinuoso y firme del poema,
docta cadencia,
felicísima caída en el cruce
de todos los
sentidos.
de Diario ínfimo
(Sevilla, La Isla de Siltolá, 2016)
Si quieres saber mas sobre esta poeta https://www.escritores.org/recursos-para-escritores/recursos-1/colaboraciones/3938-escritores-de-nuestro-tiempo-mercedes-roffe
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
La ciudad despierta – Homenaje a Oliverio Girondo
Se encienden, se desperezan, se agitan, se apresuran, se chocan, se esquivan, se saludan, se ignoran, se distancian, se aceleran, se...

-
Esta preciosura de cuaderno me lo hizo Nati, poeta, microrrelatista, artesana, amiga del alma que me ha dado España. Aquí escribiré todo...
-
Se encienden, se desperezan, se agitan, se apresuran, se chocan, se esquivan, se saludan, se ignoran, se distancian, se aceleran, se...
-
Bar St. Patrick's Museum Obispo Jarrín, s/n Plaza del Mercado Salamanca A partir del viernes 1 de abril, todos los que quieran...